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Más Abrazos // Sábado 4 Enero, 2020 // #descanso, #bebe, #consejos
A veces viajar con un bebé o un niño pequeño puede representar la combinación perfecta de los problemas. Por eso, te damos 5 consejos que te ayudarán a que tu vuelo sea un verdadero paseo por las nubes.
Días antes de tu vuelo debes asegurarte de tener organizados y en un solo lugar boletos de avión, pasaportes o identificaciones, y el equipaje de mano listo, es decir la maleta pequeña o mochila que llevarás contigo a bordo del avión. Consulta en la página web o línea de atención de la aerolínea qué está permitido llevar en ella y cuáles son las restricciones para líquidos u objetos como biberones y comida para bebés.
Recuerda que, aunque puedas hacer check-in en línea e imprimir el pase de abordar desde casa, tendrás que documentar equipaje o bien pasar los filtros de seguridad. A veces, sobre todo en temporada vacacional, las filas pueden ser muy largas y con niños pequeños toma un poco más de tiempo. Si tu vuelo es internacional, asegúrate de estar en el aeropuerto por lo menos 3 horas antes de la hora de salida del vuelo, de esta manera podrás hacer todo lo que tengas que hacer sin prisas.
A veces la presión que se genera en la cabina del avión durante el vuelo puede afectar los oídos de los bebés o niños pequeños, haciendo que sientan mucho dolor. Antes del viaje consulta con tu pediatra qué puedes hacer para aliviar este malestar en caso de que tu hijo lo presente. Él es el más indicado para recomendarte un medicamento que ayude a tu bebé.
Las turbulencias, así como el momento del despegue, pueden dar un poco de miedo, así que cuando suceda anima a los niños a mirarla de una manera divertida. Recuerda que los adultos son un indicador emocional para los niños, y así como los pasajeros miran a la auxiliar de vuelo para tranquilizarse en estos momentos, los niños pequeños buscan a sus padres.
Si tu hijo no logra calmarse durante el vuelo, pídele a un sobrecargo que te reubique en las filas posteriores del avión, donde generalmente hay más lugares vacíos. Un poco de espacio puede ayudarle a ambos a llevar mejor el vuelo. También puedes levantarte para estirar las piernas y arrullar a tu bebé. Si lo haces, asegúrate de levantarte únicamente cuando la tripulación te notifique que es seguro.
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