El primer encuentro con tu bebé

El ultrasonido o también llamado ecografía es una imagen bidimensional o tridimensional obtenida a través de un dispositivo que emite ondas sonoras de alta frecuencia para observar lo que hay interior del cuerpo. Se utiliza para distintos fines médicos, entre ellos, el momento único e inolvidable de ver a tu bebé por primera vez dentro de ti. Y justo de ese instante hablaremos hoy.

A lo largo de tu embarazo te realizarás 3 ecografías de acuerdo con los 3 trimestres de tu gestación, y la primera –como todas las primeras cosas– provoca mucha ilusión y nerviosismo, ya que es cuándo conocerás cómo está tu bebé y cómo se está desarrollando. Seguramente, la ansiedad te hará desear tener el primer ultrasonido lo antes posible, pero debes ser paciente, pues éste suele realizarse entre la semana 6 y 12 de tu embarazo porque es cuando ya pueden apreciarse ciertos detalles del desarrollo de tu bebé. 

Con esto en mente, nos gustaría hablarte de dos temas que son importantes antes de que te la hagas.

 ¿Cuál es el fin de realizarla?

1. Ver los latidos de su corazón.
2. Estimar la edad de gestación.
3. Observar si existen patologías: embarazo ectópico (fuera de lugar), amenaza de aborto, parto complicado, malformaciones del útero, miomas, alteraciones de los ovarios.

¿Qué es lo que puedo ver en ella?

1. Cuántos bebés vienen en camino o, mejor dicho, si tu bebé viene con hermanitos. Este es el momento donde muchas se llevan la sorpresa de que van a tener gemelitos.
2. La edad y el crecimiento de tu bebé. Esto ayuda a su profesional a calcular la fecha prevista de parto.
3. El ritmo cardíaco, el tono muscular y el movimiento de tu bebé.
4. El desarrollo general de tu bebé.
5. Defectos de nacimiento, como espina bífida o Síndrome de Down.
6. Complicaciones como el aborto espontáneo y embarazo ectópico.
7. Otro dato importante es que existen 2 métodos para realizar ecografías: la transvaginal y la abdominal. La transvaginal sirve para visualizar una gestación de pocas semanas (4 o 5 semanas de embarazo), el saco gestacional y la vesícula, así como para diagnosticar un embarazo extra uterino; mientras que la abdominal, se usa para medir al bebé por partes y diagnosticar alteraciones placentarias y de líquido amniótico.

Esta prueba en cualquiera de sus métodos, no es invasiva por lo que no tiene consecuencias negativas en ti ni en tu bebé, de eso ni te preocupes. Se te realiza en posición acostada, cubriendo tu pancita con una delgada capa de gel, y colocando sobre ésta un dispositivo llamado transductor, el cual emite ondas sonoras para crear imágenes de tu bebé proyectadas en una pantalla. Es muy simple e indoloro, sólo puede llegar a ser incómodo porque para realizar el ultrasonido abdominal debes de tener la vejiga llena.

Para la mayoría de las mujeres, la ecografía muestra que el bebé está creciendo normalmente, pero en otros casos, puede mostrar que tu pequeñ@ necesita atención especial, lo cual es clave porque te da el tiempo a ti y a tu médico de identificar cualquier situación y tratar a tu bebé desde el útero antes de su nacimiento.

Por último, gracias a la tecnología, hoy, es posible tener una imagen mucho más nítida y en 3D del bebé que llevas dentro de ti, y no sólo eso, sino también recibir un video del ultrasonido para que tus amigos y familiares también puedan ver con sus propios ojos a tu pequeñín. Así que prepárate para presumir a esa linda personita a todo el mundo que te rodea y llenarles la vida de ternura.